Transformación Digital: tres principios para una sinergia exitosa entre humanos y la IA

17 mayo 2025

Resulta cada vez más esencial reflexionar sobre cómo se pueden consumir y utilizar los avances tecnológicos de manera responsable

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En el fascinante mundo de la tecnología, a menudo nos olvidamos de un hecho fundamental: la inteligencia artificial, en su esencia, es un reflejo de la creatividad y el ingenio humano.

Desde el hito pionero del deep learning con AlexNet en 2012, que revolucionó la clasificación de imágenes, hasta los avances más recientes, la IA es, en última instancia, una obra maestra creada y perfeccionada por las manos y mentes de personas talentosas.

Es importante reconocer que esta revolución no es solo un triunfo tecnológico, sino un logro de la humanidad en su conjunto, incluyendo a los data scientists, programadores, investigadores y hasta los consumidores que participan en este emocionante viaje.

A medida que nos adentramos en el segundo trimestre del año 2025, es esencial reflexionar sobre cómo se pueden consumir y utilizar los avances tecnológicos de manera responsable. Aquí es donde es necesario pensar en tres principios clave que guiarán a una sinergia exitosa entre el espíritu humano correcto y la inteligencia artificial.

  1. Optimización de procesos

Una de las aplicaciones más prometedoras de la IA es su capacidad para optimizar procesos que, anteriormente, resultaban tediosos y prolongados. Para poner esto en perspectiva, un ejemplo es el censo de Estados Unidos en 1880, que tardó nada menos que 8 años en procesar la información recopilada.

Hoy en día, gracias a la inteligencia artificial, tareas que antes consumían meses o años pueden completarse en cuestión de días, o incluso horas. Al implementar la IA en estas áreas, no solo se ahorra tiempo, sino que también se libera a las personas para que se enfoquen en tareas más creativas y significativas.

  1. El aprendizaje mutuo

El segundo principio se basa en la idea de reconocer las debilidades o limitaciones de la IA y convertirlas en oportunidades de aprendizaje. Un ejemplo icónico de esto ocurrió en 2016, cuando el campeón mundial de GO, Lee Sedol, fue derrotado en 4 de 5 partidas por AlphaGo un programa desarrollado por DeepMind de Google.

Sin embargo, en una de esas partidas, Sedol se las arregló para ganar moviéndose de una manera que el sistema no había anticipado. Este momento no solo marcó un giro en el juego, sino que también ilustró cómo las interacciones entre humanos e IA pueden llevar a un crecimiento significativo.

Después de esa experiencia, el campeón no solo continuó ganando, sino que inspiró a otros a alcanzar nuevas alturas, demostrando que nuestra humanidad puede elevarse aún más cuando aprendemos de la inteligencia artificial.

  1. Propósito y consciencia: el faro de nuestra existencia

El tercer principio es tal vez el más crucial: se debe ser consciente de por qué hacemos lo que hacemos.

A medida que la IA se convierte en una herramienta en las vidas diarias de las personas, es vital recordar que su propósito no es sustituir el razonamiento humano, sino potenciarlo.

La pregunta fundamental es: ¿Cómo podemos utilizar la IA para acercarnos a nuestras metas y sueños, en lugar de dejarnos definir por ella? Mantener un enfoque claro en las ambiciones y propósitos que inspiran es esencial para asegurarse de que la inteligencia artificial se convierta en un aliado poderoso en el camino hacia el futuro.

La combinación del hombre con un buen espíritu y la inteligencia artificial tiene el potencial de generar logros extraordinarios. Aquellos que comprendan y apliquen estos tres principios serán los que construirán nuevos hitos y transformarán el mundo a su alrededor.

*Por Sally Velis, Head of Data CSA en Havas Perú

Fuente: iProup

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