Más allá del estatus: la marca personal como motor de negocios
6 septiembre 2025
La noción de marca personal ha dejado de ser un lujo reservado para influencers y figuras mediáticas para convertirse en un eje central de la estrategia empresarial contemporánea.
La noción de marca personal ha dejado de ser un lujo reservado para influencers y figuras mediáticas para convertirse en un eje central de la estrategia empresarial contemporánea. En un entorno saturado de mensajes y propuestas, la confianza, la conexión y la credibilidad se han convertido en los verdaderos diferenciales que permiten no solo captar atención, sino convertirla en oportunidades reales de negocio. Este cambio de paradigma, que Juan Merodio describe con contundencia y ejemplos prácticos, invita a repensar cómo nos posicionamos ante clientes, aliados y competidores. Puedes leer el artículo original aquí.
Merodio relata una experiencia personal que ilustra el poder transformador de la marca: abandonar la tentación de esconderse detrás de logos y, en su lugar, exponer su historia, sus aciertos y sus fracasos, para mostrar una persona detrás del producto. Este enfoque, lejos de ser un mero ejercicio de autoimagen, se traduce en resultados tangibles: mayor captación de clientes, más oportunidades y una comunidad que acompaña y amplifica su mensaje. En su argumento, la marca personal no es marketing aislado; es un motor de negocio que funciona como un departamento comercial propio, capaz de generar confianza y, por ende, ventas sostenibles.
Los datos de Brand Builders Group citados por Merodio refuerzan la idea de que la marca personal tiene un impacto medible en la toma de decisión de los consumidores y en el rendimiento económico de las empresas. Según el estudio, el 74% de las personas confían más en alguien con una marca personal sólida; el 63% comprarían más fácilmente; el 55% harían negocios directamente; y el 67% estaría dispuesto a pagar más cuando el fundador de un producto o servicio alinea su marca con sus valores. Estas cifras no son meras estadísticas; son una carta de navegación que señala la dirección correcta para cualquier profesional que busque influencia y resultados, no simplemente notoriedad.
La tesis central es clara: la marca personal no es una táctica de marketing pasajera, sino una estrategia de negocio integrada. Es, en la práctica, un canal de ventas y una herramienta de relación con el cliente que puede ser más rentable que la publicidad tradicional, especialmente cuando está alineada con los valores y la historia del profesional o la empresa. La marca personal convierte a la persona en una ventaja competitiva y a la historia de la empresa en una experiencia relatable para el público objetivo.
El artículo propone, de forma pragmática, un sistema para construir y escalar la marca personal con foco en resultados. En primer lugar, es fundamental identificar a la audiencia deseada, en particular aquella persona que se encuentra en la situación en la que uno mismo se encontraba años atrás. Este “yo” del pasado sirve como norte para crear mensajes y contenidos que conecten con un público específico, evitando la dispersión que suele impedir la concreción de metas. Este enfoque no busca la aprobación universal, sino la conexión con un segmento claro y representativo de quién se desea ayudar.
En segundo lugar, la educación se posiciona como estrategia de contenido. En vez de recurrir a la espectacularidad o a formatos virales vacíos, Merodio aboga por enseñar lo que uno sabe: mostrar el “cómo” en lugar del simple “qué”. Esta elección se fundamenta en la generación de valor tangible y en la construcción de autoridad. El principio es simple: si el contenido gratuito ya aporta herramientas útiles y aplicables, la audiencia comprenderá que lo que se ofrece en productos o servicios de pago tiene un valor adicional y relevante.
La fórmula PDR —Pregunta, Desarrollo, Recomendación— constituye una herramienta estratégica para estructurar publicaciones de manera efectiva. Este enfoque permite responder inquietudes frecuentes, analizar errores comunes y ofrecer soluciones prácticas, incentivando además la interacción directa con el público. Al emplear esta metodología, se fomenta una comunicación auténtica que no solo enriquece el contenido, sino que también facilita la generación de conversiones reales, transformando cada publicación en un punto de partida para conversaciones personalizadas y significativas.Complementariamente, la estrategia 4F —cuatro preguntas para convertir comentarios en clientes— propone un proceso simple y escalable para nutrir a la audiencia. Al iniciar una conversación con preguntas como: ¿Cómo me encontraste? ¿Qué te llamó la atención? ¿Qué buscas lograr? ¿Te gustaría una guía gratuita?, se logra comprender mejor las necesidades del prospecto y se facilita la transición hacia ofertas de valor, como mentorías, consultorías o formaciones. Este enfoque promueve una interacción auténtica y evita que el usuario se sienta bombardeado.
El plan de acción propuesto para comenzar de inmediato es claro y práctico. Se recomienda definir a quién se ayuda, seleccionar un estilo de contenido (educación, motivación o entretenimiento) y limitarse a uno solo para mantener coherencia. Además, se sugiere elaborar una lista de 30 preguntas frecuentes que preocupan al cliente ideal y publicar tres contenidos que sigan la estructura PDR. Es esencial responder a cada interacción y trasladar esa conversación al DM, aplicando la regla de las 4F para convertir el engagement en oportunidades de negocio.
La conclusión subraya que la marca personal ya existe, pero muchos no la controlan. La ausencia de una estrategia representa una oportunidad que otros pueden aprovechar en nombre propio. Por ello, la invitación es a tomar el control de la narrativa personal y profesional para evitar costos en oportunidades futuras. Y, para quienes buscan redes de alto valor, se propone el programa “Negocios con Desconocidos”, dirigido a empresarios que facturan más de 300k al año, para encuentros presenciales en cenas de networking sin presión de ventas, con el objetivo de crear alianzas estratégicas y aprendizaje conjunto.
En síntesis, este artículo de opinión de Juan Merodio enfatiza que la marca personal ya es una pieza central de la estrategia de negocio contemporánea. No se trata de buscar la fama, sino de convertirse en la persona elegida por el mercado. La marca personal se construye a través de historias auténticas, educación de valor y una interacción constante y centrada en el cliente. Cuando se maneja con criterio, la marca personal puede convertirse en el catalizador de oportunidades, leads y ventas, transformando la identidad profesional en una campaña de ventas efectiva y sostenible.
Fuente: América Retail